viernes, 26 de febrero de 2016

EL INGLÉS EN LAS AULAS

Este tema últimamente está teniendo mucha polémica, ya que hay padres que quieren que sus hijos/as se vayan introduciendo en el conocimiento de otros idiomas, pero hay padres que piensan que a estas edades tan tempranas es una pérdida de tiempo.
Yo pienso que es importante incorporar el inglés en nuestras aulas con los más pequeños/as, porque aunque ellos no lo hablen (aún les cuesta hablar su lengua materna) se van familiarizando con este idioma escuchando a sus educadores, exactamente igual que aprenden el castellano.
También es importante decir que cuanto antes se les introduzca el idioma, menos trabajo les costará el día de mañana ponerlo en práctica, ya que les va a resultar esencial cuando se hagan mayores.
Algunas formas de enseñarles a los niños y niñas esta lengua es mediante vídeos, canciones o directamente hablando con ellos.
Os dejo un vídeo de una actividad llevada a cabo en un aula de dos años.


lunes, 8 de febrero de 2016

EDUCAR EN VALORES

Un buen método para llevar a cabo esta educación es a través de cuentos relacionados con los valores.
A continuación os dejo un cuento infantil que trata el valor de la generosidad y la honestidad, muy importantes en las aulas de los más pequeños si queremos enseñarlos a compartir y a respetar las cosas de los demás.

El Misterioso Ladrón de Ladrones

Caco Malako era ladrón de profesión. Robaba casi cualquier cosa, pero era tan habilidoso, que nunca lo habían pillado. Así que hacía una vida completamente normal, y pasaba por ser un respetable comerciante. Robara poco o robara mucho, Caco nunca se había preocupado demasiado por sus víctimas; pero todo eso cambió la noche que robaron en su casa. Era lo último que habría esperado, pero cuando no encontró muchas de sus cosas, y vio todo revuelto, se puso verdaderamente furioso, y corrió todo indignado a contárselo a la policía. Y eso que era tan ladrón, que al entrar en la comisaría sintió una alergia tremenda, y picores por todo el cuerpo. ¡Ay! ¡Menuda rabia daba sentirse robado siendo él mismo el verdadero ladrón del barrio! Caco comenzó a sospechar de todo y de todos. ¿Sería Don Tomás, el panadero? ¿Cómo podría haberse enterado de que Caco le quitaba dos pasteles todos los domingos? ¿Y si fuera Doña Emilia, que había descubierto que llevaba años robándole las flores de su ventana y ahora había decidido vengarse de Caco? Y así con todo el mundo, hasta tal punto que Caco veía un ladrón detrás de cada sonrisa y cada saludo.
Tras unos cuantos días en que apenas pudo dormir de tanta rabia, Caco comenzó a tranquilizarse y olvidar lo sucedido. Pero su calma no duró nada: la noche siguiente volvieron a robarle mientras dormía. Rojo de ira, volvió a hablar con la policía, y viendo su insistencia en atrapar al culpable, le propusieron instalar una cámara en su casa para pillar al ladrón con las manos en la masa. Era una cámara modernísima que aún estaba en pruebas, capaz de activarse con los ruidos del ladrón, y seguirlo hasta su guarida.
Pasaron unas cuantas noches antes de que el ladrón volviera a actuar. Pero una mañana muy temprano el inspector llamó a Caco entusiasmado:
- ¡Venga corriendo a ver la cinta, señor Caco! ¡Hemos pillado al ladrón!
Caco saltó de la cama y salió volando hacia la comisaría. Nada más entrar, diez policías se le echaron encima y le pusieron las esposas, mientras el resto no paraba de reír alrededor de un televisor. En la imagen podía verse claramente a Caco Malako sonámbulo, robándose a sí mismo, y ocultando todas sus cosas en el mismo escondite en que había guardado cuanto había robado a sus demás vecinos durante años... casi tantos, como los que le tocaría pasar en la cárcel.


Pero además de apoyarnos en los cuentos y otros recursos, debemos dar ejemplo a los niños con nuestras acciones, ya que ellos se van a fijar en nosotros y en sus padres a la hora de tomar a algún adulto de ejemplo.