FORMAS DE GATEAR
Para empezar, vamos a definir el gateo, que es un momento
evolutivo en la vida de todos los niños y niñas. Es ir adquiriendo autonomía y
poder experimentar su entorno.
Hay personas que se asustan si observan que un niño o niña
no gatea de la forma más común, por eso publico esta entrada. Y lo hago sobre
todo porque en la mayoría de los casos, los primeros que alarman a las familias
son los propios educadores. Esto sucedió en el caso de mi sobrina Teresa, que
gateaba sentada y su educadora avisó inmediatamente a mi hermana.
Por esto es importante conocer que existe un abanico muy
amplio también en el gateo, y que no por ello debemos asustarnos. Cada niño/a
es un mundo.
Gateo típico o estándar. Es aquel en el que los bebés se posicionan
sobre las manos y las rodillas y van cruzando la marcha.
Sentado. Consiste en desplazarse
en posición sentada, con una pierna estirada y la otra flexionada, y
arrastrándose sobre el culito, que queda protegido por el pañal. Este estilo es
hereditario. Son los niños que suelen empezar a caminar más tarde.
Peonza. Algunos niños cuando hacen sus primeros
intentos de desplazamiento autónomo, intentan moverse a modo de peonza. Al
principio, con la barriga apoyada en el suelo, desplazan los brazos y después
las piernas haciendo una trayectoria circular. En general, estos niños/as,
posteriormente no gatearán a cuatro patas.
Crawl. Los niños/as empiezan a desplazarse arrastrándose sobre la barriga y llevando adelante los brazos primero y las piernas después. Esta intuición les llevará a realizar el mismo movimiento con la barriga elevada y moviéndose a gatas.
Serpiente. Como si se tratase de una serpiente, pero con la barriga hacia arriba, se arrastra hacia atrás haciendo ondear la pelvis y después los hombros, creando una trayectoria en forma de “s”. Este es un caso muy poco común.
Crawl. Los niños/as empiezan a desplazarse arrastrándose sobre la barriga y llevando adelante los brazos primero y las piernas después. Esta intuición les llevará a realizar el mismo movimiento con la barriga elevada y moviéndose a gatas.
Serpiente. Como si se tratase de una serpiente, pero con la barriga hacia arriba, se arrastra hacia atrás haciendo ondear la pelvis y después los hombros, creando una trayectoria en forma de “s”. Este es un caso muy poco común.
Croqueta. El
niño/a empieza a girar sobre sí mismo ayudándose con las piernas y los brazos.
Muy pronto se dará cuenta de que es mucho más cómodo y rápido reptar hacia
delante. Después pasará a gatear a cuatro patas.